Hay imágenes brutales de los recuerdos del niño, como un hombre que golpea a un menor con una correa, así como una secuencia casi al final cuando los jugadores se deshacen de botellas de whisky por un conducto solo para que luego salgan convertidas en ranas.
Otros, como Papo & Yo, están más estilizados. El juego, sobre alcoholismo y abuso infantil, fue creado por el diseñador Vander Caballero, un veterano de la industria que pasó ochos años en el gigante del sector Electronic Arts, donde trabajó en series como Need for Speed y Army of Two. El juego Papo & Yo cuesta unos US$10 por descarga a través de la red de PlayStation.
Más de cuatro décadas después de Pong, los jugadores se están enfrentando a una variedad de temas tóxicos, como el cáncer, la depresión y el alcoholismo. En lugar de producir adrenalina, estos «juegos de empatía» utilizan la forma del videojuego para vender historias que son mucho más personales que las tramas hollywoodenses de que dependen la mayoría de los videojuegos más populares.
Aun así, los videojuegos de los grandes fabricantes también están ingresando en el territorio emotivo, jugando con tipos de historias que van más allá de las peleas y las carreras.
Sony Computer Entertainment America anunció que su sistema PlayStation Vita (PS Vita) estará disponible a un precio de 4 mil pesos en México, en anticipación de los nuevos juegos que lanzará para la plataforma este año. También se reducirá el precio de las tarjetas de memoria para esta consola en los próximos meses.
Detrás de las nuevas ofertas hay grandes cambios en la industria de los videojuegos. En vista de que hoy en día producir videojuegos es tan caro y riesgoso como una película, muchos de los estudios medianos han quebrado, mientras que los sobrevivientes más grandes reducen su número de ofertas y producen secuelas de manera masiva. Al mismo tiempo, el software para producir videojuegos ahora es barato y fácil de utilizar, lo que permite a los amateurs crear fácilmente sus propios títulos y distribuirlos a través de Internet.