V.T: Suelo convocar pequeñas reuniones en las que analizamos los diseños. Normalmente presento entre 200 y 300 modelos. De allí hacemos descartes para quedarnos con 150 y en la última criba acabamos con 60 diseños para cada colección.
V.T: No es nada nórdico. Por lo menos en el estilo. Los escandinavos somos buenos en coger cosas aburridas y hacerlas más funcionales o más apetecibles, especialmente objetos como muebles y material de cocina.
V.T: Las ideas vienen de todos los lados. La arquitectura, la naturaleza, los estampados. Para eso es bueno siempre tener algo a mano para dibujarlas o escribirlas. Pero realmente como mejor trabajo es encerrándome en mi despacho durante un mes dos veces al año antes del lanzamiento de cada colección. Durante ese tiempo es bastante difícil contactar conmigo.
M.S: Este año vamos a superar los 10 millones de pares. Es nuestro quinto año. Desde que empezamos hemos duplicado nuestro volumen todos los años. Y esperamos que sea lo mismo en 2014.
M.S: Todos los calcetines están fabricados en Turquía. En fábricas familiares que tienen buenas condiciones de trabajo. Con el añadido de que cuando vamos a verlos siempre comentan que se lo pasan mucho mejor haciendo nuestros calcetines locos y coloridos que los aburridos calcetines negros de toda la vida.
M.S: Dependemos mucho de la venta a mayorista pero lo bueno de internet es que te da liquidez. Es dinero que entra en tu cuenta sin pasar por intermediarios. Pero pensar que internet te hace la vida fácil es la mentira más gorda que te pueden contar. Es mucho más sencillo abrir una tienda física y ponerte a vender que abrir una tienda online.